La información contrastada derrumba los mitos de la diabetes
También se dice que la diabetes es contagiosa. La diabetes mellitus no es contagiosa ya que no se puede transmitir a otro ser humano. No es contagiosa por ningún medio, ni siquiera de una mujer embarazada a su hijo. Lo que sí es cierto es que tiene un componente hereditario, y que hijos o familiares de pacientes diabéticos tipo 2 tienen más riesgo de presentar diabetes a lo largo de su vida que aquellos cuyos familiares no son diabéticos.
Relación directa
La vía que más se recomienda para informar a sus pacientes es la oral. No hay una forma única de dar información al paciente o familiares y de comunicar o notificar la patología que le afecta, sino que existen tantas como médicos y enfermos. Para eso, hay que ver cuándo es el mejor momento para dar la información, adaptando la estrategia y dar la noticia según el paciente, dosificando la información. También se pueden ofrecer reuniones y talleres de todo tipo con los pacientes que les permitan conocer su enfermedad. Pero no hay que olvidarse del tratamiento individualizado, fomentando la educación en diabetes y apoyando las actividades deportivas. Las charlas a pequeños grupos de enfermos puede ser otra opción.
Webs
La información disponible hoy día en internet, generalmente, es una buena fuente de consulta, y sirve de apoyo para mejorar el conocimiento de la enfermedad diabética. Sin embargo, como sucede en todos los ámbitos del conocimiento, a menudo esa buena o mala utilidad depende de usuario que la maneja. Existe un amplio desconocimiento de la enfermedad, debido a que no hay una buena base educativa que permita interpretar los datos que están en internet, de la manera más adecuada, eso es lo hace que a menudo, la información pueda generar confusión si el paciente no recurre a otras fuentes más directas de comunicación.
Para evitar la existencia de confusión en la obtención de datos a través de internet se pueden seguir unos consejos que pueden orientar a confiar en la página a la que se accede, que deben ser fuentes y recursos que contengan información contrastable y contar con un buen criterio de selección de la fuente. Con esto se conseguirá que la información que maneje el paciente sea lo más veraz posible, evitándole la confusión que le pueda generar una información no fidedigna.
Objetividad
Por eso, el paciente debe recurrir a aquellas páginas avaladas por organizaciones, como las sociedades de endocrinología y otras asociaciones médicas o de enfermería, o las que cuentan con la colaboración de grupos de investigadores. En general, todas aquellas que provengan de cauces científicos u oficiales. Las asociaciones de pacientes, al contar todas ellas con asesoramiento médico profesional, suelen ser buenos filtros de todas las fuentes incorrectas que le llegan al paciente.
La información debe ser objetiva sin ánimo de generar falsos mitos, creencias, y expectativas; una información asequible para el entendimiento de población no adiestrada en el manejo de la diabetes, que no les haga tomar medidas perjudiciales para su salud.
Fuente: El Médico Interactivo